Cómo encontrar un corazón unificado en Biola University
Tabla de contenidos
- Introducción 🌟
- La experiencia aterradora de perderse
- La película "Lion" y la historia verdadera de un niño perdido
- La importancia de la orientación
- Todos adoramos algo
- El poder de la adoración verdadera
- La elección de qué adorar
- El peligro de adorar lo material
- Adorar el cuerpo y la belleza
- El poder y el temor de la inteligencia
La experiencia aterradora de perderse
La sensación de estar perdido, realmente perdido, es profundamente aterradora. Recientemente, vi una película llamada "Lion", la cual narra una historia real sobre un niño indio de cinco años que estaba buscando a su hermano en los vagones del tren, donde a menudo buscaban cosas dejadas por los pasajeros. Sin embargo, el pequeño niño se quedó dormido en uno de los vagones y al despertar, se dio cuenta de que el tren había dejado la estación y no había nadie más en el vagón. El tren lo lleva a 700 millas de su hogar en Khandwa a Calcuta. A sus cinco años de edad, al llegar a Calcuta, no habla el idioma local y no puede decirles a las personas de dónde vino, ya que no lo sabe. Tampoco puede pronunciar su nombre completo. Debe sobrevivir en las calles de Calcuta durante algunas semanas, a los cinco años de edad, sin tener ningún punto de referencia. Nada le resulta familiar, está completamente desorientado. Y tendrás que ver la película para ver cómo sale de esa situación. Sin revelar ninguna sorpresa, esa es solo la configuración inicial. Pero sabes, parte de lo que hacemos al regresar a otro semestre en Biola y parte de la razón por la que venimos a adorar y asistir a capillas es para mantenernos orientados. Es para ayudarnos a no perdernos. Es para devolvernos a lo que es real. Y es para ayudarnos a adorar, porque aquí está la verdad. Nos convertimos en lo que adoramos.
La importancia de la orientación
Hay una cita del fallecido novelista David Foster Wallace que dice que todos adoramos algo. De hecho, la adoración es lo que tenemos en común con los no creyentes. Todos adoramos algo. En un discurso de graduación en 2005 en el Kenyon College, una universidad de artes liberales privada en Ohio, aunque no es particularmente una universidad religiosa, aunque tiene raíces religiosas, dijo lo siguiente: "En las trincheras de la vida adulta, en el día a día, en realidad no existe el ateísmo. No existe tal cosa como no adorar. Todos adoramos. La única elección que tenemos es qué adorar". Y una razón sobresaliente para elegir algún tipo de dios o algo espiritual para adorar es que cualquier otra cosa te devorará. Si adoras el dinero y las cosas, si es ahí donde encuentras el verdadero significado de la vida, entonces nunca tendrás suficiente. Siempre sentirás que no tienes suficiente. Esa es la verdad. Si adoras tu propio cuerpo y belleza y atractivo sexual, siempre te sentirás feo. Y cuando el tiempo y la edad comiencen a mostrarte, morirás un millón de muertes antes de que finalmente te entierren. Si adoras el poder, siempre te sentirás débil y con miedo, y nunca, nunca tendrás suficiente poder sobre las cosas para mantener esos miedos alejados. Si adoras tu intelecto, ser visto como inteligente, terminarás sintiéndote estúpido. Terminarás sintiéndote como un fraude. Siempre a punto de ser descubierto.
Todos adoramos algo
Es interesante pensar en la afirmación de David Foster Wallace: todos adoramos algo. Todos estamos impulsados por esa necesidad de adorar. Ya sea consciente o inconscientemente, buscamos algo en lo que poner nuestra fe y devoción. Y no solo los creyentes, sino también los no creyentes. Es una parte intrínseca de nuestra existencia humana. Nos da un sentido de identidad y propósito. Nos ayuda a encontrar significado en un mundo que puede parecer caótico y desorientador.
El poder de la adoración verdadera
La adoración verdadera, la adoración de un Dios verdadero, tiene el poder de transformarnos. Nos lleva más allá de nuestras limitaciones humanas y nos conecta con lo divino. En lugar de adorar cosas efímeras e insatisfactorias, la adoración verdadera nos dirige hacia lo eterno y significativo. Nos libera de la esclavitud de nuestros deseos y nos permite experimentar una vida plena y abundante. Al adorar a Dios, nos convertimos en personas más amorosas, compasivas y generosas. Nos volvemos más conscientes de los demás y buscamos su bienestar. La adoración verdadera nos invita a renunciar a nuestro egoísmo y a vivir para algo más grande que nosotros mismos.
La elección de qué adorar
La elección de qué adorar es fundamental. Puede parecer tentador adorar cosas terrenales y temporales, como el dinero, el poder o la belleza. Pero como dice David Foster Wallace, todas estas cosas nos consumirán y nos dejarán insatisfechos. En cambio, debemos elegir adorar a un Dios que nos ame incondicionalmente y nos ofrezca vida eterna. Solo al poner nuestra fe y devoción en él encontraremos verdadera satisfacción y plenitud.
El peligro de adorar lo material
Adorar lo material es un peligro latente en nuestra sociedad moderna. Estamos constantemente bombardeados con mensajes que nos dicen que nuestra felicidad y bienestar dependen de la adquisición de cosas materiales. Nos dicen que debemos tener la última tecnología, la ropa de moda y los automóviles más lujosos. Pero si caemos en la trampa de adorar estas cosas, nunca estaremos satisfechos. Siempre buscaremos más y más, sin darnos cuenta de que la verdadera satisfacción proviene de cosas intangibles como el amor, la amistad y las experiencias significativas.
Adorar el cuerpo y la belleza
En nuestra obsesión por la belleza y la perfección física, corremos el riesgo de adorar nuestros cuerpos y nuestra apariencia. Esta cultura obsesionada con la imagen nos dice constantemente que debemos lucir de cierta manera para ser aceptados y valorados. Pero si ponemos toda nuestra identidad y autoestima en nuestro aspecto físico, nunca nos sentiremos lo suficientemente buenos. Siempre nos compararemos con los estándares irreales establecidos por los medios de comunicación y terminaremos sintiéndonos feos e insignificantes.
Pros:
- La capacidad de elegir qué adorar nos da libertad y autonomía.
- La adoración verdadera puede llevarnos a una vida plena y significativa.
- Al adorar a un Dios verdadero, encontramos una fuente de amor incondicional y gracia.
Contras:
- Corremos el riesgo de adorar cosas efímeras y vacías.
- La adoración de lo material puede dejarnos insatisfechos y siempre buscando más.
- La obsesión por la belleza física puede llevar a una baja autoestima y a la insatisfacción con uno mismo.
El poder y el temor de la inteligencia
En nuestra sociedad, el intelecto a menudo se ve como algo digno de adoración. Se valora la inteligencia y se busca ser visto como inteligente. Sin embargo, adorar la inteligencia puede llevar a sentimientos de inseguridad y temor constante de ser descubierto como un fraude. Las personas inteligentes a menudo se sienten presionadas para demostrar constantemente su valía y conocimiento. Esto puede llevar a un estrés innecesario y una sensación de inadecuación.
Conclusion
En resumen, todos adoramos algo y es fundamental elegir con sabiduría en qué poner nuestra fe y devoción. Adorar cosas materiales, el cuerpo o la belleza nos dejará insatisfechos y atrapados en un ciclo interminable de búsqueda de más. En cambio, debemos buscar la adoración de un Dios verdadero que nos ama incondicionalmente y nos ofrece vida eterna. Al adorarlo, encontraremos satisfacción y plenitud verdaderas. La adoración nos ayuda a orientarnos en un mundo que a menudo puede parecer desorientador y confuso, y nos da una base sólida en la que construir nuestra vida.