El poder y la autoridad de Jesús para cumplir nuestra misión
Tabla de contenidos:
- 🙏 Introducción
- 📖 El poder y la autoridad de Jesús
- 🌍 La misión de los Apóstoles
- 💪 La identidad y el poder del creyente
- 👨⚕️ El ejemplo de los santos médicos
- 🎯 Cumpliendo nuestra misión en el mundo
- 🛐 La Iglesia y la misión de evangelización
- 🎁 Los dones del Espíritu Santo
- 🙌 El temor y la piedad hacia Dios
- 🔍 El enfoque en Dios y el amor a través de nuestras acciones
- 👥 Los cristianos como pueblo de Dios
El poder y la autoridad de Jesús
En el evangelio de hoy, se nos cuenta cómo Jesús llamó a los doce Apóstoles y les dio poder y autoridad sobre los demonios y las enfermedades. Los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos. Este acto de Jesús nos recuerda que también nosotros, como seguidores de Cristo, hemos sido llamados a una misión en el mundo. Es importante recordar el poder y la autoridad que Jesús nos ha dado como creyentes.
La misión de los Apóstoles
Jesús envió a los Apóstoles a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos. Les dijo que no llevaran nada para el viaje y que se quedaran en las casas donde fueran recibidos. Pero también les advirtió que si no eran bienvenidos en una ciudad, sacudieran el polvo de sus pies como testimonio en contra de ellos. Los Apóstoles salieron y fueron de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Nueva y curando enfermedades de todo tipo.
La identidad y el poder del creyente
En ocasiones, nos perdemos en las actividades diarias de la vida y nos olvidamos de quiénes somos y de cuál es nuestro propósito. Nos volvemos miope y nos resulta difícil ver con claridad debido a la visión borrosa ocasionada por el ajetreo de la vida cotidiana. Pero Jesús nos llama a un propósito más grande: ser misioneros en el mundo. Al tener esta perspectiva en mente, adquirimos una identidad y un poder claros. Jesús nos bendice con su poder para que podamos ver con claridad quiénes somos y qué se espera de nosotros.
El ejemplo de los santos médicos
Hoy celebramos la fiesta de Cosme y Damián, dos santos médicos que utilizaron sus habilidades para hacer la diferencia en el mundo. Cada uno de nosotros también ha sido bendecido por Dios con talentos y habilidades únicas, y Jesús nos pide que utilicemos esas aptitudes para marcar la diferencia en el mundo. Ya sea que seamos carniceros, panaderos o fabricantes de velas, todos tenemos dones que Cristo nos ha dado y nos pide que los utilicemos para hacer una diferencia.
Cumpliendo nuestra misión en el mundo
En nuestra cultura cada vez más secularizada, es importante recordar que la misión de evangelización pertenece a todos los cristianos. Debemos unirnos como católicos y reconocer que la tarea de evangelización nos concierne a todos. Estamos construyendo el Reino de Dios y Cristo está trabajando a través de nosotros. Es importante que, como discípulos de Cristo, sanemos las almas heridas y proclamemos la presencia y el amor de Jesús en nuestro mundo actual.
Los dones del Espíritu Santo
Para cumplir nuestra misión de evangelización, debemos contar con los dones del Espíritu Santo. Estos dones incluyen sabiduría, entendimiento, consejo, conocimiento, fortaleza, temor del Señor y piedad. Especialmente necesitamos el temor del Señor y la piedad para recordar que estamos llamados a temer perder a Dios en nuestra vida y a adorar al Señor con todas nuestras acciones.
El temor y la piedad hacia Dios
Cuando hablamos del temor del Señor, no nos referimos a tener miedo de Dios, sino a tener miedo de perderlo en nuestras vidas. Debemos reconocer que Dios debe estar en el centro de nuestras vidas y que todas nuestras acciones, pensamientos y deseos deben estar orientados a profundizar nuestra relación con Él. La piedad implica que nuestras acciones están orientadas hacia la adoración santa de nuestro Dios.
El enfoque en Dios y el amor a través de nuestras acciones
Cada uno de nosotros tiene una vida única que Dios nos ha dado. ¿Qué hacemos con esa vida tan valiosa? ¿Simplemente nos enfocamos en las tareas diarias o somos capaces de ver la imagen más grande? Jesús nos invita a proclamar el Reino de Dios y a recordar que somos personas en una misión. No solo vivimos nuestras vidas para llegar al cielo, sino que somos llamados por Cristo a ser misioneros en el mundo y proclamar que Él está presente en nuestras vidas.
Los cristianos como pueblo de Dios
Cada uno de nosotros, como cristianos, tiene el deber y la responsabilidad de contribuir a la misión de la Iglesia en el mundo. No somos solo individuos, sino que somos parte del pueblo de Dios. Juntos, podemos invertir el rumbo de la secularización y revitalizar la fe en nuestra cultura. Necesitamos recordar que todos somos parte de la misión de evangelización y que Jesús está trabajando a través de nosotros para construir su Reino aquí en la tierra.
Destacados:
- Jesús nos da poder y autoridad para cumplir nuestra misión en el mundo.
- Los santos médicos Cosme y Damián nos enseñan a utilizar nuestros talentos para hacer el bien.
- La evangelización es responsabilidad de todos los cristianos.
- Necesitamos los dones del Espíritu Santo para llevar a cabo nuestra misión.
- El temor y la piedad hacia Dios nos ayudan a mantener nuestra relación con Él en el centro de nuestras vidas.
Preguntas frecuentes:
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¿Cuál es la misión de los cristianos en el mundo?
- La misión de los cristianos es proclamar el Reino de Dios y sanar a los enfermos.
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¿Qué dones del Espíritu Santo necesitamos para cumplir nuestra misión?
- Necesitamos el temor del Señor y la piedad para recordar la importancia de Dios en nuestras vidas.
Recursos: