¡La envidia es tan cruel como la tumba! ¡Descubre el mensaje de Dios para enfrentarla y encontrar la victoria!
Tabla de contenido:
- Introducción
- El mensaje de Dios
- La revelación de Dios
- El propósito de la enseñanza de la santidad
- La suciedad en la religión de los hombres
- El corazón engañoso y cruel de los celosos
- Los celosos tienen características de la tumba
- El frío de los celosos
- El amor de muchos se enfriará
- El poder de la lucha y la victoria en Dios
👉 El mensaje de Dios
El mensaje de Dios es para aquellos que tienen hambre y sed de justicia. Este mensaje no distingue entre razas ni colores, sino que está dirigido a todos aquellos que sinceramente no quieren ir al infierno. Para aquellos que juegan y piensan que pueden llegar al reino de Dios evitando los caminos establecidos, déjenme decirles que no es posible. El apóstol Pablo dijo que Dios le reveló a través de Su Hijo, Jesús, para que pudiera predicar entre los gentiles. Dios está revelando su palabra a través de la enseñanza, trayendo claridad y purificando las enseñanzas falsas como un filtro purifica el agua. El objetivo final es eliminar las conjeturas y las falsas enseñanzas, dejando solo la enseñanza pura y verdadera de la Palabra de Dios.
Los celosos, aquellos con un corazón dividido, son tan desesperados que están dispuestos a hacer cualquier cosa para destruir a los demás. La envidia y los celos van de la mano, y son sentimientos destructivos que no pueden soportar el éxito y el respeto que los demás reciben. Como dice el Libro de Cantares, "Los celos son crueles como la tumba". Al igual que la tumba cambia la apariencia del cuerpo, los celosos cambian la forma en que los demás te ven. Hacen todo lo posible para dañar tu aspecto, tu carácter y la forma en que los demás te perciben. Son como parásitos vivos que absorben tu esencia y buscan glorificarse a través de tu destrucción.
El amor de muchos se enfriará, y esto se ve claramente en la actitud de los celosos. Son fríos en su comportamiento y no les importa lo que digan o hagan para destruirte. Aman ver cómo cambias y cómo te debilitas. Sin embargo, debes recordar que Dios está de tu lado y que Él hará que tus enemigos sean tu escalón para el éxito. No dejes que los celosos te afecten, porque al final, su maldad solo trabaja en tu favor si confías en Dios.
La lucha contra los celosos puede no ser fácil, pero recuerda que Dios te ha dado el poder para superar cualquier obstáculo. Mantén la fe y lucha con valentía, porque al final, tu victoria será aún más dulce gracias al poder del Señor Jesucristo.