La ira de David: clamor por justicia contra gobernantes corruptos
Tabla de contenidos:
- Introducción
- La ira de David
- La injusticia de los gobernantes y dioses falsos
- La oración del salmista por justicia
- La confianza en la justicia divina
- Apelando a los "dioses" vs. el único Dios
- La difícil comprensión de la violencia y la injusticia
- La necesidad de palabras fuertes contra la opresión
- Jesús como el juez y liberador definitivo
- La esperanza en la justicia de Dios y el regreso de Jesús
La ira de David
El salmo 58 comienza con David expresando su ira hacia los gobernantes injustos y corruptos. Él señala que estos líderes se mantienen en silencio cuando presencian la injusticia y se burla de ellos preguntando si realmente hablan con justicia y equidad. David utiliza un juego de palabras para resaltar su punto: la misma palabra hebrea que se traduce como "gobernantes" también puede significar "silencio" o incluso "dioses", lo cual muestra cómo la injusticia de estos gobernantes está ligada al silencio de sus falsos dioses. La combinación de religión falsa y política injusta resulta en un sistema que beneficia a los líderes en detrimento de aquellos que están bajo su autoridad.
La oración del salmista por justicia
El salmista continúa el salmo orando a Dios para que intervenga y ponga fin a la maldad de los gobernantes y dioses injustos. Pide a Dios que rompa los colmillos de estas personas malvadas, haciendo referencia a ellas como serpientes venenosas y leones. Utiliza metáforas para describir la aniquilación de los malvados, pidiendo que el diluvio de maldad se evapore, las flechas se emboten y los hombres malignos se disuelvan como babosas. Luego, el salmista pide a Dios que haga como si estos dioses y gobernantes injustos nunca hubieran existido.
La confianza en la justicia divina
El salmista expresa su confianza en que Dios eliminará completamente el mal y la injusticia. Afirma que los justos serán testigos de la victoria sobre sus enemigos y sumergirán sus pies en la sangre de aquellos que los habían derrotado. La justicia de Dios será tan clara e incontrovertible que todas las personas reconocerán que sus acciones son justas. Aquellos que antes contradecían la justicia ahora reconocerán que siempre será recompensada y que Dios callará el mal.
Apelando a los "dioses" vs. el único Dios
En el último versículo del salmo, se utiliza un juego final de palabras. Mientras que en la mayoría de las biblias se traduce la palabra como "Dios", en realidad se refiere a los "dioses". Esta última referencia implica que apelar a los "dioses" solo trae juicio universal, pero apelar al único Dios traerá justicia final para todos los oprimidos. El salmo 58 es un clamor por justicia contra los corruptos, expresado por alguien que ha sufrido a manos del mal y del silencio. Puede resultar difícil para aquellos que no han experimentado una gran maldad o un silencio insensible comprender el lenguaje fuerte utilizado para describir a estos líderes y dioses malvados. Sin embargo, aquellos que han sufrido violencia y opresión entienden la necesidad de palabras fuertes contra la injusticia y la eliminación final de las personas, instituciones y sistemas que la causan.
Jesús como el juez y liberador definitivo
La esperanza en la justicia final y la eliminación del mal se encuentra en Jesús, quien es descrito como el único Dios investido con la autoridad para juzgar la tierra. En el libro de Apocalipsis, se nos dice que Jesús manchará sus pies con sangre mientras aplasta el mal y la injusticia como uvas en un lagar. Su manto estará completamente empapado con la sangre de aquellos que han tramado la injusticia y el mal. En Jesús, todo el mal será juzgado y eliminado. En lugar de silencio, toda la tierra cantará: "¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, porque verdaderos y justos son sus juicios".
La esperanza en la justicia de Dios y el regreso de Jesús
Si en este momento estás experimentando gran injusticia a manos de los líderes y dioses de este mundo, Jesús es el Dios y Gobernante que no se queda en silencio frente a la opresión. Él está del lado de los inocentes y los justos, y vendrá pronto en ayuda de todos los que clamen por él. Por lo tanto, oro para que el Espíritu Santo abra tus ojos para ver al Dios que trae justicia y que puedas ver a Jesús como aquel que viene pronto para poner fin al mal.