Scones irresistibles: Aprende a hacerlos en casa
🥐Tabla de contenido
- Introducción
- Preparación y configuración del horno
- Preparación de los ingredientes secos
- 3.1 Elección de la harina adecuada
- 3.2 Medición de los ingredientes secos
- Incorporación de la mantequilla fría
- 4.1 División y enfriamiento de la mantequilla
- 4.2 Incorporación de la mantequilla en la harina
- Agregar la crema y las grosellas
- 5.1 Mezclar la crema en la masa
- 5.2 Distribución uniforme de las grosellas
- Dar forma y laminar la masa
- 6.1 Dar forma a la masa en un rectángulo
- 6.2 Realizar los dobleces de carta
- 6.3 Repetir el proceso de laminado
- Cortar y hornear los scones
- 7.1 Dividir la masa en triángulos
- 7.2 Colocar los scones en una bandeja de horno
- 7.3 Hornear y enfriar los scones
- Servir los scones calientes y frescos
- Almacenamiento y calentamiento de los scones sobrantes
- Conclusión
🥐Preparación de deliciosos scones de grosellas
Los scones de grosellas son una delicia crujiente y escamosa que combina la textura de una galleta de manteca con la liviandad de una masa hojaldrada. En este artículo, te guiaré paso a paso para que puedas preparar estos deliciosos scones en la comodidad de tu hogar.
1. Introducción
Si alguna vez te has preguntado cómo hacer scones en casa, estás en el lugar indicado. Los scones de grosellas son una opción perfecta para disfrutar en el desayuno o la merienda. Su sabor ligeramente dulce y su textura escamosa los hacen irresistibles. Antes de adentrarnos en la receta, permíteme compartirte algunos consejos y trucos para garantizar el éxito en tu preparación.
2. Preparación y configuración del horno
Antes de comenzar con la preparación de los scones, es importante asegurarse de que el horno esté precalentado a 400 grados Fahrenheit y que la rejilla esté colocada en el centro. Esto permitirá que los scones se horneen de manera uniforme y adquieran esa consistencia crujiente en el exterior y suave en el interior.
3. Preparación de los ingredientes secos
Para obtener scones delicados, es fundamental utilizar harina con un contenido moderado de proteína. En esta receta, recomendamos utilizar harina común blanqueada Gold Medal o una mezcla de harina común sin blanquear King Arthur y harina para pasteles. Si solo tienes harina común sin blanquear, no te preocupes, aún podrás disfrutar de unos scones deliciosos.
3.1 Elección de la harina adecuada
La harina juega un papel crucial en la textura final de los scones. Una harina con un contenido moderado de proteínas ayudará a que los scones sean más livianos y escamosos. Recomendamos utilizar harina común blanqueada Gold Medal, ya que tiene el equilibrio perfecto de proteínas para esta receta. Sin embargo, si no tienes esta marca a tu disposición, puedes optar por una mezcla de harina común sin blanquear King Arthur y harina para pasteles.
3.2 Medición de los ingredientes secos
Para obtener resultados consistentes, es importante medir con precisión los ingredientes secos. En esta receta, necesitarás 600 gramos de harina, 100 gramos de azúcar granulada, 2 cucharaditas de polvo de hornear, 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio y sal. La cantidad de sal puede resultar confusa, pero si utilizas sal kosher Diamond Crystal, necesitarás 1 cucharadita, que equivale a 1/2 cucharadita de sal de mesa.
4. Incorporación de la mantequilla fría
La mantequilla fría es uno de los ingredientes clave para lograr la textura escamosa de los scones. En esta receta, dividiremos 2 barras de mantequilla sin sal en cubos pequeños de 1/2 pulgada y los agregaremos a la harina. Es importante mantener la mantequilla fría durante todo el proceso para evitar que se derrita antes de hornear los scones.
4.1 División y enfriamiento de la mantequilla
Antes de agregar la mantequilla a la harina, debes cortar cada barra en cuatro tiras a lo largo y luego en cubos de 1/2 pulgada. Coloca los cubos de mantequilla en el refrigerador mientras preparas los ingredientes secos para mantenerlos fríos durante todo el proceso.
4.2 Incorporación de la mantequilla en la harina
Después de haber combinado todos los ingredientes secos en un recipiente, agrega los cubos de mantequilla fría a la harina. Utiliza tus dedos para separar los cubos de mantequilla y luego aplasta cada trozo para aplanarlo. Este paso ayudará a crear las capas escamosas característicos de los scones.
5. Agregar la crema y las grosellas
Una vez que la mantequilla esté incorporada en la harina, es hora de agregar la crema y las grosellas. Vierte 464 gramos de crema espesa fría en el recipiente y mézclala con una cuchara grande, utilizando un movimiento de corte. A medida que la crema se absorba, agrega 130 gramos de grosellas. Asegúrate de distribuir las grosellas de manera uniforme en la masa.
5.1 Mezclar la crema en la masa
Mezcla la crema en la masa hasta que esté completamente incorporada. Asegúrate de no mezclar en exceso, ya que esto puede resultar en scones más densos. La masa debe tener una consistencia seca y desmenuzable en este punto.
5.2 Distribución uniforme de las grosellas
Antes de continuar con la siguiente etapa, asegúrate de que las grosellas estén distribuidas uniformemente en la masa. Dales algunas vueltas a la masa para asegurarte de que estén bien mezcladas.
6. Dar forma y laminar la masa
La clave para obtener scones escamosos es realizar una serie de dobleces o laminados con la masa. Este proceso ayudará a crear capas en la masa y permitirá que los scones se eleven adecuadamente en el horno.
6.1 Dar forma a la masa en un rectángulo
Vierte la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada y dale forma a la masa en un rectángulo aproximado al tamaño de una página de impresora. Utiliza un raspador de pastelería para ayudarte a dar forma a la masa de manera más precisa.
6.2 Realizar los dobleces de carta
Para iniciar el proceso de laminado, dobla la masa en tercios, como si estuvieras doblando una carta. Utiliza el raspador de pastelería para ayudarte a levantar los bordes y llevarlos hacia el centro. Este paso creará las primeras capas de los scones.
6.3 Repetir el proceso de laminado
Después de realizar el primer doblez, rota la masa 90 grados en sentido contrario a las agujas del reloj y repite el proceso de laminado. Completa un total de 4 dobleces para obtener las capas escamosas deseadas en los scones.
7. Cortar y hornear los scones
Una vez que la masa esté laminada, es hora de cortarla y hornear los scones. Esto creará piezas individuales que podrás disfrutar.
7.1 Dividir la masa en triángulos
Corta la masa laminada en forma de rectángulo por la mitad en sentido longitudinal y luego por la mitad en sentido horizontal. Al final, deberías obtener 8 piezas cuadradas o ligeramente rectangulares. Corta cada pieza en triángulos.
7.2 Colocar los scones en una bandeja de horno
Coloca los 8 scones en una bandeja de horno forrada con papel pergamino. Asegúrate de dejar suficiente espacio entre los scones para permitir que se expandan durante la cocción.
7.3 Hornear y enfriar los scones
Coloca la bandeja de horno en el centro del horno precalentado y hornea los scones durante 9 minutos. Luego, rota la bandeja de horno de adelante hacia atrás y hornea por otros 8 a 10 minutos, o hasta que el centro de los scones registre una temperatura interna de entre 195 y 200 grados Fahrenheit. Retira inmediatamente los scones a una rejilla de enfriamiento cubierta con un paño de cocina. Deja reposar durante 7 a 10 minutos para obtener la textura adecuada.
8. Servir los scones calientes y frescos
Para disfrutar al máximo de los scones, es recomendable servirlos calientes o al menos tibios. A diferencia de otras preparaciones, los scones son más crujientes y sabrosos cuando se consumen recién horneados. La textura liviana y escamosa es más evidente cuando los scones están calientes. Así que no dudes en tomar uno y disfrutarlo en su punto máximo de sabor.
9. Almacenamiento y calentamiento de los scones sobrantes
Si te sobran scones y no quieres comerlos todos de una vez, puedes guardarlos para disfrutarlos más tarde. Envuelve cada scone en papel film y colócalos en una bolsa de congelación. Luego, coloca la bolsa en el congelador. Cuando desees consumirlos, precalienta el horno a 300 grados Fahrenheit, coloca los scones congelados en una bandeja de horno y hornea durante 20 minutos. De esta manera, los scones quedarán tan deliciosos como recién hechos.
10. Conclusión
Preparar scones de grosellas es una experiencia gratificante que te permite disfrutar de deliciosos bocados escamosos y sabrosos en cualquier momento. Con esta receta y los consejos brindados, podrás sorprender a tus seres queridos con scones caseros irresistibles. ¡Así que ponte el delantal y disfruta de la deliciosa aventura de hacer tus propios scones!
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